Sobre mi

Siempre fui una chica a la que le encantaba la comida. Era mi mayor consuelo, mi refugio en momentos de estrés o tristeza. Pero con el tiempo, me di cuenta de que estaba usando la comida de una manera poco saludable. Los kilos de más comenzaron a afectar mi autoestima y mi estado de ánimo. La depresión se apoderó de mí, y me sentía atrapada en un cuerpo que no reconocía.
Fue entonces cuando descubrí la dieta keto. Al principio, fue un gran cambio. Dejar de comer muchos de los alimentos que amaba fue difícil, pero estaba decidida a mejorar mi salud. Poco a poco, empecé a notar los resultados. Los kilos comenzaron a desaparecer, tenía más energía y mi mente se sentía más clara. Lo más sorprendente fue cómo mejoró mi estado de ánimo. La depresión que me había acompañado durante tanto tiempo empezó a desvanecerse.
Además de la dieta, decidí incorporar el ejercicio a mi rutina diaria. Al principio, me costaba encontrar la motivación, pero con el tiempo, descubrí actividades que disfrutaba y que me hacían sentir bien. El ejercicio no solo me ayudó a ponerme en forma, sino que también me proporcionó una herramienta para manejar el estrés y la ansiedad.
Hoy en día, me siento increíblemente agradecida por los cambios que he logrado. No solo he mejorado físicamente, sino que también he encontrado una nueva confianza en mí misma. Mi transformación ha sido un viaje largo y desafiante, pero ha valido la pena cada esfuerzo. Quiero inspirar a otras personas que se encuentran en una situación similar a que no se rindan y que busquen ayuda. La alimentación saludable y el ejercicio pueden ser herramientas poderosas para mejorar nuestra salud física y mental.”